Los empresarios españoles pueden sentirse orgullosos de quien, todavía, les representa y dirige sus destinos comunes. Lo de Gerardo Díaz Ferrán pasará a la historia de la economía (y de otras artes) como el paradigma de la desfachatez y la incompetencia. Mientras que en Air Comet deja un legado de 700 trabajadores en la calle tras meses sin recibir su sueldo, miles de pasajeros engañados y estafados y una empresa hundida, su discurso como presidente de la CEOE apela a la rebaja de las cotizaciones sociales empresariales, a la drástica disminución de las indemnizaciones por despido, a la utilización del dinero público en la salvación de empresas arruinadas por sus dueños (como la suya), a la prórroga in eternis de deudas con la Hacienda...
Mientras escribo esto, oigo en la radio una entrevista al Sr. Arturo Fernández, el jefe de los empresarios madrileños, afirmando vehementemente que ellos (y, por extensión, todos los empresarios españoles), están al lado del Sr. Díaz Ferrán, que ni se le ocurra volver a presentar la dimisión. Espero que sólo sea lo que, hoy, le toca decir. Porque la pantomima escenificada hace unos días en la sede de la CEOE, con esos aplausos, esas lágrimas, esos abrazos, esos vítores que las gargantas empresariales soltaban ante el aparente amago de dimisión, fue digna de la mejor de las comedias (tragedia para muchos otros). Si éste es el tipo de empresario emprendedor, solvente, solucionador y creador de riqueza que debe ejemplarizarles, apañados vamos. El diálogo social va a ser muy divertido.
Esto de arropar al que ha demostrado que no debe estar donde otros le pusieron, parece una actitud que, viéndola en el PP, a los empresarios les ha gustado. En el recuerdo cercano aún están el Sr. Bárcenas o el Sr. Costa, aguantando firmes con el apoyo del Sr. Rajoy hasta que se hicieron excesivamente incómodos. ¿Qué decir del inefable Sr. Fabra? (cualquier intento de explicación racional de lo que sucede con este señor es tarea imposible). O las decenas de concejales del PP que son aplaudidos y justificados mientras practican el transfugismo o acogen entre sus brazos a los provenientes de otros partidos para así poder lograr alcaldías. Al tiempo que esto se publica se produce una llamativa paradoja: el PP, en Madrid, presenta su nuevo Código Ético y, para estrenarlo con todos los honores, arrebata la alcaldía de Arrecife al PSOE con la ayuda de dos ediles que han confesado haber realizado cohecho, prevaricación y tráfico de influencias. Claro que en el PSOE también suceden estas cosas, pero con un detalle que a algunos se les escapa: los que así se conducen, no duran ni media hora dentro del partido. En el PP se les felicita.
El Sr. Díaz Ferrán está deslegitimado para seguir ejerciendo la presidencia de la CEOE. Las voces que, desde dentro, lo están clamando, van en aumento. El conjunto de empresarios de este país tiene un papel vital que jugar en el futuro más cercano. Y con él a la cabeza, no podremos avanzar hacia las deseadas soluciones.
Esto de arropar al que ha demostrado que no debe estar donde otros le pusieron, parece una actitud que, viéndola en el PP, a los empresarios les ha gustado. En el recuerdo cercano aún están el Sr. Bárcenas o el Sr. Costa, aguantando firmes con el apoyo del Sr. Rajoy hasta que se hicieron excesivamente incómodos. ¿Qué decir del inefable Sr. Fabra? (cualquier intento de explicación racional de lo que sucede con este señor es tarea imposible). O las decenas de concejales del PP que son aplaudidos y justificados mientras practican el transfugismo o acogen entre sus brazos a los provenientes de otros partidos para así poder lograr alcaldías. Al tiempo que esto se publica se produce una llamativa paradoja: el PP, en Madrid, presenta su nuevo Código Ético y, para estrenarlo con todos los honores, arrebata la alcaldía de Arrecife al PSOE con la ayuda de dos ediles que han confesado haber realizado cohecho, prevaricación y tráfico de influencias. Claro que en el PSOE también suceden estas cosas, pero con un detalle que a algunos se les escapa: los que así se conducen, no duran ni media hora dentro del partido. En el PP se les felicita.
El Sr. Díaz Ferrán está deslegitimado para seguir ejerciendo la presidencia de la CEOE. Las voces que, desde dentro, lo están clamando, van en aumento. El conjunto de empresarios de este país tiene un papel vital que jugar en el futuro más cercano. Y con él a la cabeza, no podremos avanzar hacia las deseadas soluciones.
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