En algunas ocasiones, hasta este lugar desde el que se adivina la llanura que ha de alargarse tierra adentro, llega el aire limpio que viene desde el Mediterráneo. En esos momentos, Almansa se hace mestiza y fronteriza.
Vivir en la frontera nos obliga a elegir: o ser permeable y dejarse acariciar por los vientos que atraviesan libremente la línea u optar por la opacidad y la construcción de murallas, negando la misma existencia de la luz. Creo que la vocación de los que habitamos esta tierra nos invita a dejar nuestros caminos abiertos, los que van dirección al mar o los que se adentran hacia el horizonte manchego.
Vivir en la frontera nos obliga a elegir: o ser permeable y dejarse acariciar por los vientos que atraviesan libremente la línea u optar por la opacidad y la construcción de murallas, negando la misma existencia de la luz. Creo que la vocación de los que habitamos esta tierra nos invita a dejar nuestros caminos abiertos, los que van dirección al mar o los que se adentran hacia el horizonte manchego.
Desde este lugar, desde la fuerza que otorga estar convencido de que todos debemos poner en práctica las ideas de justicia, progreso y solidaridad, pero más aún los que tenemos alguna responsabilidad política y pública; desde la certeza de que sólo desde la izquierda es posible llegar al éxito de esa misión; desde la humildad y el respeto, pero también desde la firmeza de las ideas que han de defenderse para alcanzar el modelo de sociedad que deseo, se inicia esta colección de letras listas para compartir.
1 comentarios:
Enhorabuena por tu blog, Juanma, del cual ayer tuve conocimiento.
Centrándome en tu Prólogo, me gusta todo él, pero comento su comienzo:
Sintetiza de forma imparcial y sin apasionamientos la eterna pregunta identitaria sobre Almansa ¿es levantina o mesetaria?. Yo tengo claro, desde siempre, que no es manchega, pues no forma parte de esa comarca. Geográficamente está en el levante español, fue murciana desde siempre, hasta 1982, cuando inventaron la CCAA de CLM y tuvo obligatoriamente que integrarse en ella (pues no se podían dividir las provincias).
Y la vocación, la tradición, las costumbres ... son levantinas: Desde la industria del calzado, los moros y cristianos, las fallas que tuvimos, la Música, la Pascua, las relaciones diarias con nuestros vecinos...
No me exiendo más y adelante con el blog.
A. Giner
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