Los que aún continúan anónimamente en las cunetas o bajo las tapias de los cementerios u ocupando el espacio que sus asesinos les asignaron para llenar una fosa común, se estarán removiendo como si sintieran que, de nuevo, las balas les atravesaran la dignidad. Me avergüenza que, treinta y cinco años después, los herederos de la generalísima sombra sigan encontrando cómplices para ser capaces de oscurecer la posibilidad del reencuentro de la memoria entre padres, hijos y nietos. Me avergüenza que oriente y occidente, el norte y el sur, se pregunten atónitos cómo nuestro país puede consentir que nuestra justicia sea instrumento de la más vil injusticia.
Con Baltasar Garzón en el banquillo, ¡qué gran favor se le va a hacer a los fascistas, a los dictadores, a ETA, a los narcotraficantes y a las corruptelas políticas!
1 comentarios:
Mira
Yo no estoy muy seguro de que me guste demasiado este juez.Más bien no.Pero esto es pura anécdota frente al atropello que supone lo que pretenden hacer con él estos cuatro que quedan por ahi bien agazapados.
Condenar a Garzón es condenar la transpàrencia , la memoria histórica ... y ... sinceramente soy más pragmatico, no lo enfoco desde el punto de vista padres,hijos, reencuentro ... sinó desde la posibilidad de ir cerrando heridas históricas ,de país, que, según parece,hay muchos que no quieren que sea así.
Las heridas, desde luego, cicatrizan mejor "al aire" , pero para ello hay que enseñarlas y que algunos acaben reconociendo que esto no fue el progreso de España, que hubo muchos muertos y que, esto no lo reconocerán nunca, después fue un festin para cuatro aprovechados cuyos delfines ahi siguen .. disimulando.
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