La iniciativa puesta en marcha por José María López Torrijos -que cumple ahora su segunda edición reivindicando su vocación de continuidad y crecimiento- es especialmente loable y digna de recibir la más calurosa de las felicitaciones. No abundan, sino que escasean, las propuestas culturales que, desde el ámbito privado, buscan exclusivamente el fomento de la creación literaria. Como tampoco son muchos los que pueden recibir el título de mecenas con la misma rotundidad que lo merece José María. Un impulso como el suyo -acompañado por un gran equipo de pertinaces lectores encabezado por el amigo Mario Lamela- sólo puede nacer y subsistir desde el aliento que otorga el sincero amor a la literatura. Por eso, compartiendo este sentimiento, me sumo a las voces que, con nuestra enhorabuena, esperamos que el proyecto siga su camino de ascenso y crecimiento.
Para ampliar información sobre el certamen: Correduría López-Torrijos
Con Consuelo González Rico durante el acto de entrega del Premio, el pasado 10 de abril.
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