Cumpliendo su palabra, Fulgencio Martínez nos acompañó ayer en la Casa de la Cultura de Almansa. Llegó con su libro, con su melena arrebatada de león y su sonrisa perenne de gacela. Tras abrir las páginas de su obra, comenzó a hablarnos de la autenticidad de la poesía, de la realidad y del tiempo que nos toca vivir como elementos del verso, de la nostalgia y la insatisfacción adolescentes con las que nuestra mirada y nuestro sentimiento van a enfrentarse en los primeros poemas, de las ilusiones cívicas que se le han acumulado en este presente y ha trasladado a las últimas páginas del libro. Nos habló, al fin y al cabo, de su verdad. Aunque no quedó del todo claro si fue él o Séptimo Alba quien finalmente abordó la lectura de los poemas de León busca gacela, donde se afirma (y comparto):
Los poemas que me gustan
tienen hielo y fuego
abajo en sus bodegas
y encima de sus sílabas
entretejido el tiempo.
tienen hielo y fuego
abajo en sus bodegas
y encima de sus sílabas
entretejido el tiempo.
Por cierto, me comentaron que entre el público asistente se encontraban Andrés Acedo y Sebastián Alfeo, a los que no pude saludar pues llegaron ya iniciado el acto (con sonoro estrépito, por cierto) y desaparecieron rápidamente con los últimos aplausos. Casi mejor, así pude dedicar el escaso tiempo del que disponía a agradecer a Fulgencio su presencia y su palabra.
1 comentarios:
Gracias por la mención. Un abrazo
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