Mientras la esperanza y la reivindicación de cientos, de miles de mujeres, se dan la mano en Valencia formando una cadena que, con la mirada limpia, desea prolongarse hacia un futuro y un mundo mejor, el presente nos rompe estos frágiles eslabones en Castellón, en Barcelona y en Almería. Tres meses y catorce mujeres asesinadas, catorce muertes machistas, catorce gritos ahogados, catorce razones para romper el silencio y decir basta a un mundo peor. Ni la más mínima excusa, para los maltratadores no ha de quedar el menor resquicio por donde puedan diluir su cobardía.
29 de marzo de 2010
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