La condesa consorte de Murillo, más conocida como la lideresa Esperanza Aguirre, llamó hace unos días a la rebelión -con gran ruido mediático, como a ella le gusta- contra la subida del IVA prevista para julio. No seré yo quien desarrolle un panegírico sobre la bondad del aumento del impuesto, siempre doloroso, aunque seguiremos siendo, prácticamente, el país europeo con el IVA más bajo (ver gráfico). En cambio, sí seré quien exija el mantenimiento y aumento de las ayudas sociales, de los planes de ampliación de la cobertura por desempleo, del desarrollo de la ley de dependencia... Un experto, el nuevo comisario de Economía de la UE, el finlandés Olli Rehn, defiende la subida del IVA en España porque permitirá reducir el déficit sin perjudicar ni al crecimiento de la economía ni a los niveles de consumo (aunque otro experto, el compañero Almunia, haya dicho casi lo contrario el día anterior, lo que prueba, una vez más, que las expertas opiniones económicas que sientan cátedra modificando su criterio cada quince días tienen más que ver con la quiromancia, la lectura de los posos del café o el tarot que con la ciencia y la matemática).
Mientras Esperanza, con absoluta irresponsabilidad, demagogia, engaño y populismo vuelve a marcarle el camino a Rajoy, los madrileños se ven abocados a aguantar el tremendo basurazo o el incremento de más del 20 % en el abono de transporte. ¿Hacemos un llamamiento a la rebelión contra estos impuestos? ¿Los madrileños deben declararse como objetores fiscales ante su Ayuntamiento y su Comunidad? Las leyes se aprueban para cumplirlas, aunque disintamos de ellas. Pero de incumplimientos, Aguirre y su PP pueden dar muchísimos ejemplos: la ley de dependencia, la ley antitabaco, la educación para la ciudadanía...
Este país está lleno de muestras de cómo los populares dicen una cosa en el discurso que llena los titulares de los periódicos, pero hacen la contraria. Los almanseños lo sabemos bien. Las Sras. Cospedal o Aguirre, los Sres. Rajoy o Montoro, nos jalean un día sí y otro también con la misma receta: bajemos los impuestos. Los Sres. Cerdán y Núñez, en Almansa, aplican lo contrario: el impuestazo, el mayor incremento fiscal y de tasas que la historia de Almansa ha conocido y conocerá. Una injusta y abusiva subida que, ya lo calculamos en su momento, cuesta un promedio de 300 euros anuales a cada familia almanseña. Una injusta y abusiva subida de impuestos realizada con la connivencia del Partido Independiente que, con el Sr. López ahora en el turno de Alcaldía, mantiene la presión fiscal sobre sus vecinos con el único propósito de seguir financiando el derroche y el despilfarro al que están sometidas las cuentas municipales.
Este país está lleno de muestras de cómo los populares dicen una cosa en el discurso que llena los titulares de los periódicos, pero hacen la contraria. Los almanseños lo sabemos bien. Las Sras. Cospedal o Aguirre, los Sres. Rajoy o Montoro, nos jalean un día sí y otro también con la misma receta: bajemos los impuestos. Los Sres. Cerdán y Núñez, en Almansa, aplican lo contrario: el impuestazo, el mayor incremento fiscal y de tasas que la historia de Almansa ha conocido y conocerá. Una injusta y abusiva subida que, ya lo calculamos en su momento, cuesta un promedio de 300 euros anuales a cada familia almanseña. Una injusta y abusiva subida de impuestos realizada con la connivencia del Partido Independiente que, con el Sr. López ahora en el turno de Alcaldía, mantiene la presión fiscal sobre sus vecinos con el único propósito de seguir financiando el derroche y el despilfarro al que están sometidas las cuentas municipales.
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