PACA SAUQUILLO EN ALMANSA

Ayer, en el contexto de los actos programados para la celebración del 8 de marzo, Día de la Mujer, Paca Sauquillo se dio una vuelta por Almansa para estar con nuestra Agrupación Socialista durante unas horas. Lo de “dar una vuelta” es una eufemística y cariñosa forma de darle las gracias por los más de seiscientos kilómetros que se echó a la espalda en una sola tarde para ir y volver desde Madrid.

Inmersos en la tercera ola anunciadora de nuevas actitudes, roles y protagonismos de la mujer en la sociedad, Paca, como una ola más, repasó la historia de la lucha feminista en España, aportando su propia experiencia y sus vivencias, desde la época universitaria, cuando las mujeres aún eran rara avis en las aulas, hasta el anecdotario de sus momentos como diputada y senadora en los que, siendo ponente en las discusiones sobre las leyes del divorcio o del aborto en los años ochenta, ejemplificaba la hipocresía y la contradicción de muchos miembros de la derecha que, ayer como hoy, en privado viven una cosa y en público defienden la contraria.

Los avances logrados en los últimos años con la Ley de Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, la Ley contra la Violencia de Género o, ahora, con la nueva Ley de Reproducción Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo son, a juicio de Paca, los primeros y necesarios pasos que debían darse para iniciar el camino que termina en la igualdad real, la dignificación y el derecho de la mujer a ser la única dueña de su cuerpo, de su presente y de su futuro. Pero, desgraciadamente, la senda se anuncia larga y es necesario no detenerse. Hoy, quedarse quieta es sinónimo de retroceder.

También abordó algo que parece obvio: si nuestras sociedades la componen hombres y mujeres, parece lógico que las ciudades deban diseñarse para hombres y mujeres. Pero la realidad es otra y, por lo tanto, se hace prioritario promover un nuevo modelo poblacional que responda a las nuevas necesidades que nacen a medida que la mujer "sale de casa" y ejerce, cada vez con mayor ímpetu, su derecho a jugar un papel activo en el progreso colectivo.

De nuevo, Paca, muchas gracias por el esfuerzo y tu presencia entre nosotros.