Con la cercanía propia del que es honesto consigo mismo y, por lo tanto, con los demás, José Luis Cuerda recreó los oídos de los que nos reunimos ayer alrededor de su persona y de su personaje en el Teatro Principal. "Sólo somos pasado" fue el título de su conferencia, enmarcada en los V Encuentros con la Memoria organizados por la Asociación Cultural Pablo Iglesias. Y no le falta razón, el presente es tan efímero como el instante que usamos para definirlo y el futuro siempre está por venir.
El pasado es recuerdo y es memoria. Su trabajo cinematográfico tiene mucho que ver con ello, sus películas nos trasladan a momentos de nuestra historia que, a pesar de los que ahora se obcecan en reinterpretarla, no debemos olvidar. La lengua de las mariposas o Los girasoles ciegos son buenos ejemplos de ello.
De verbo fácil, el recorrido por su anecdotario personal, por su particular infancia albaceteña y su adolescencia madrileña en una España plagada de curas y represión, fue un ejercicio de irónica nostalgia pero, también, de distendida reflexión sobre aquel país que se construyó sobre la violencia y la injusticia. Este sociata de los de la ceja, como él mismo se define, demostró ser buena persona.
El pasado es recuerdo y es memoria. Su trabajo cinematográfico tiene mucho que ver con ello, sus películas nos trasladan a momentos de nuestra historia que, a pesar de los que ahora se obcecan en reinterpretarla, no debemos olvidar. La lengua de las mariposas o Los girasoles ciegos son buenos ejemplos de ello.
De verbo fácil, el recorrido por su anecdotario personal, por su particular infancia albaceteña y su adolescencia madrileña en una España plagada de curas y represión, fue un ejercicio de irónica nostalgia pero, también, de distendida reflexión sobre aquel país que se construyó sobre la violencia y la injusticia. Este sociata de los de la ceja, como él mismo se define, demostró ser buena persona.
0 comentarios:
Publicar un comentario