Ayer, con el concierto extraordinario en el Teatro Regio de la Banda Sinfónica Unión Musical de Almansa, se cerraron los actos que a lo largo de estos días se han ido sucediendo en la trigésima Semana de la Música. La O.S.A. de Albacete, los saxofones alicantinos del Conservatorio Óscar Esplá, el piano del almanseño Conservatorio Jerónimo Meseguer y las corales y la banda juvenil de la S.U.M.A. precedieron al espléndido homenaje musical que se nos regaló ayer a los asistentes al Regio. Una sucesión de convocatorias que han supuesto, como todos los años, un éxito indiscutible.
Si todo el programa ofrecido, bajo la dirección de José Ángel Zahonero, fue digno de alabanza, quiero detenerme especialmente en el Poema Sinfónico Teseo, que la Banda estrenó ayer. La composición de Guillermo Ruano -que ya nos ha demostrado en anteriores ocasiones su inmensa capacidad para la creación-, puesta en las manos e instrumentos de los componentes de la Banda, terminó convirtiéndose en una soberbia muestra de arte musical. La habilidad de Guillermo para trasladar las imágenes y las sensaciones al pentagrama parece no tener límite. Ya lo demostró con el vibrante y flamenco Hamlet de Tablas Teatro y por eso ayer, Teseo, Ariadna o el Minotauro se mostraban perfectamente visibles entre las notas emitidas desde el escenario. Fue, sin duda, una obra emocionante interpretada magníficamente. A Guillermo, a José Ángel y a todos y cada uno de los músicos que forman parte de la Unión Musical de Almansa, mi más efusiva enhorabuena y mi más sincero agradecimiento.
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