Llega el segundo fin de semana del Certamen Nacional de Teatro Aficionado de Almansa y, con él, un cambio radical en la escena del Teatro Regio. La propuesta de los madrileños de El Cotarro nos lleva hasta la comedia americana de los años cuarenta, un disparatado enredo de Joseph Kesselring con la única pretensión de divertir, de lograr la sonrisa de un espectador que se acerca a este género teatral dispuesto a olvidarse (y alejarse) de los problemas cotidianos mientras dure su estancia en la oscuridad de su butaca. Aunque también, dado el profundo conocimiento que el autor poseía del mundo teatral, se lancen claros e irónicos mensajes dirigidos a todos los que pululan alrededor de la escena. Las confusiones, los dobles sentidos, el sarcasmo, las frases ingeniosas, una trama ligera que se complica con el avance de la historia... ingredientes básicos de la comedia de enredo que Arsénico y encaje antiguo despliega con generosidad.
Mantener la frescura de una obra de estas características entre un público y un tiempo distinto al que el autor tenía en mente puede resultar complicado. Pero El Cotarro logra mantener el ritmo narrativo, sustentado especialmente con la estupenda actuación de sus protagonistas: Chuska de Andrés (Abby), Marisol Ocaña (Marta) y Álvaro Guerrero (Mortimer).
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