Por una vez, José María Aznar tiene razón. 600.000 muertos, millones de personas sin acceso a las infraestructuras básicas de salud o educación, un país destruido, ocupado y sumido en la miseria, el expolio y la explotación de los recursos de Iraq, miles de millones de dólares gastados durante la guerra, la desestabilización de la economía mundial, el incremento internacional del terrorismo islamista, el desprecio a los derechos humanos, los efectos medioambientales catastróficos en el Golfo Pérsico, la desaparición de patrimonio de la humanidad... Son razones suficientes para afirmar que nunca nadie hizo tanto daño en tan poco tiempo.
3 de febrero de 2010
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1 comentarios:
¿Y cómo se le puede poner freno a tanta crueldad? no sólo en está guerra, sino a todas.¿Por qué unos países pueden tener armas nucleares y salir impunes, y los que no las tienen pero un señor dice que sí,es masacrado?
¡Qué triste me parece que todo esté en manos de una "prepotencia"! porque si fuera una potencia no ocurriría.
Son Dioses con derecho a decidir quién vive o quién debe morir
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