FERMÍN I, EL DESTRUCTOR

La historia recordará a Fermín Cerdán como Fermín I, el Destructor. En su ímpetu por alcanzar el poder, impulsado por las alas de la gaviota, no ha dudado en practicar una política de tierra quemada cuando ha sido necesario. Haciendo memoria de los últimos tiempos, su primera víctima fue José Luis Teruel, el ex-candidato virtual a la alcaldía de Almansa. Se lo quitó de encima sin contemplaciones y casi logra llevarse por delante al PP almanseño. Sólo la promesa de reparación hecha a su adversario, en forma de diputado en Toledo, logró sofocar aquel incendio, del que todavía quedan ascuas calientes. Poco después le tocó a Elia Mancebo, obligada a dimitir de su puesto de concejal, dada su actitud crítica a los métodos de gobierno impuestos por Cerdán. Ahora, el turno ha sido para María José Almendros. "En el Partido Popular están mucho más interesados en perpetuarse en la política porque han hecho de ella su forma de vida, que en defender los intereses generales de Almansa y sus vecinos". La afirmación no es mía, son palabras de María José Almendros durante el público anuncio de su expulsión del PP. Mucho tiempo ha tardado en darse cuenta, pero en fin...

Cuando desde el PSOE hablábamos de la profunda inestabilidad del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Almansa y de lo caro que lo íbamos a pagar los almanseños, se nos acusaba airadamente de querer "ensuciar la vida política". Una vez más, teníamos razón. PP e Independientes continúan gobernando, mirándose de reojo, preocupados de que el de al lado no le robe la cartera. ¿Seguirán sonriendo juntos los señores López y Cerdán en las fotos, ahora que una concejala ex-popular parece abrazar el programa de los sin programa? ¿Seguirán siendo, ambos, "grandes amigos"? ¿Por seguir en el gobierno serán capaces, ambos, de cualquier cosa?  ¿En qué ha beneficiado este pacto para repartirse el cortijo, que se autodestruye por momentos, a los almanseños?

Los ciudadanos llevan razón cuando acusan a los políticos de dedicarse a asuntos que nada tienen que ver con el progreso de nuestra ciudad. Desgraciados y continuos ejemplos están dando durante esta legislatura los miembros del equipo de gobierno. Almansa no se merece estos lamentables espectáculos de enfrentamientos y oportunismo que están lejanos, muy lejanos, del ejercicio de la responsabilidad por resolver los problemas de los ciudadanos, algo que parecen incapaces de acometer. 

Mientras tanto,  Fermín I, el Destructor, continúa su singladura. Esperemos que no le dé tiempo a destruir Almansa.