Se acabó. El II Certamen de Teatro Aficionado de Almansa ha llegado a su fin. Desde este lado, el del espectador, el objetivo ha sido cumplido con creces. Las propuestas de esta edición han cubierto un amplio abanico temático, de escenificación, de maneras de acercarse y entender el teatro. Desde el lado organizativo la sensación es, de nuevo, de éxito y deber cumplido (a pesar de las justas quejas, a las que me adhiero, de José J. Denia en su llamamiento al incremento del número de asistentes a unas representaciones que merecen mayor afluencia). Y entre las compañías participantes, trascribiendo los comentarios recibidos a raíz de las entradas en este mismo blog y en las conversaciones mantenidas la tarde de la clausura con algunos de ellos y ellas, regresan a sus casas con un magnífico recuerdo de Almansa y la imagen de un Teatro Regio acogedor y espléndido del que debemos sentirnos orgullosos, según ellos mismos me han comentado y, desde luego, comparto (mientras algunos que ahora sacan pecho y suben al escenario a entregar premios, antes de su rehabilitación en 2006/7 criticaban ferozmente a nuestro gobierno municipal socialista por acometer la obra. Perdón por la digresión en clave de política local, pero es que la hipocresía es tan llamativa...)
Pero lo importante es el teatro. Y hoy, al fin, se han entregado los premios de esta edición. A saber:
- Mejor actriz: Lizbeth Milán por Jolanta
- Mejor actor: José F. Blanco por Las criadas
- Mejor dirección: Compartido entre Tito Burguillo por Las criadas y Linker por El otro
- Premio del público: Jolanta, de Semillas Teatro
- Mejor grupo: Menecmos por Las criadas
A todos y cada uno, premiados o no, mi más efusivo tributo y felicitación. Y el agradecimiento por haber pasado por Almansa con el buen hacer y la amabilidad que me han hecho llegar. Esperamos vuestro regreso.
Arte Escénico y Musical de Almansa ha puesto, tras la entrega de los galardones, el punto y seguido al certamen. Lo ha hecho con su Tributo a Los miserables. Emocionan, conectan, hacen vibrar, van mucho más allá de lo que podemos esperar y exigir, transmiten la ilusión colectiva de quien no se rinde... son magníficos. Confieso, con alegría y tristeza a la vez, que el ofrecimiento que las circunstancias les permiten darnos, me encanta. La alianza entre la injusticia, los intereses mercantiles y el mercadeo por encima de la cultura les impide ofrecernos todo lo que son capaces de hacer. Arte Escénico quiere, puede y desea hacer suyo, nuestro, de todos, Los miserables. Espero que, algún día, lo hagan. Mientras tanto, mil enhorabuenas. Seguiremos levantando el puño y ondeando la bandera roja cada vez que piséis el escenario.
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