Impulso, iniciativa, acierto, ilusión... Son algunos de los calificativos dedicados desde la blogosfera a la profunda remodelación ministerial. Cuando lo habitual hubiera sido, ante tanta modificación, oír las esperadas voces apocalípticas incidiendo en la crisis, la ruptura interna o la falta de rumbo del gobierno, ha sucedido todo lo contrario. Incluso hasta los periódicos más amigos de los postulados progresistas presentan lo que, a estas alturas de la película, considero titulares más que benevolentes e insólitos. Como el de La Razón: “Un cambio para agotar la legislatura y dar la vuelta a las encuestas” (en vez de “Zapatero intenta salvar a un gobierno agotado y hundido en las encuestas”, que sería lo esperable) o El Mundo: “El nuevo gobierno: un guiño a la izquierda y a la vieja guardia del partido” (y no “Zapatero claudica, se desprende de sus apuestas y vuelve al felipismo”, por ejemplo). Tras haber realizado una atormentada y exhaustiva lectura de estos y otros medios de similar catadura, me he quedado con la sensación de que se ha producido un cierto desconcierto en la derecha mediática y, más allá de la habitual y rutinaria descalificación gratuita (como la previsible concatenación de exabruptos del Sr. Ramírez en su Mundo en 2 minutos), no he apreciado argumentos de peso anti-Gobierno-PSOE-Zapatero-estate-quieto-que-apunto-a-todo-lo-que-se-menea, con los que regalar los oídos de sus lectores.
El propio Presidente lo ha dicho: nos explicaremos mejor. Espero que sea verdad, porque falta nos hace. Con Alfredo (permítaseme la confianza) como Portavoz y Ramón en Presidencia parece una misión relativamente sencilla. Éste, el regreso de Jaúregui, me parece especialmente relevante pues, sin menoscabo de su excelente trabajo en Bruselas, siempre he sentido esta distancia como una importante pérdida para la política nacional. Bienvenido sea. Al igual que Valeriano, llamado a reconducir hacia senderos más pacíficos las turbulencias vividas en el contexto laboral. O la llegada de Rosa, con la mirada puesta en la izquierda; o la entrada de Leire que, probablemente, se convierta en la nueva diana de la derecha (aunque en este reparto de bofetadas Rubalcaba ya está recibiendo lo suyo, cosas del miedo que les ha debido entrar en el cuerpo, supongo). Y ésta, quizá, sea la lectura negativa de todo lo sucedido, porque han sido las mujeres que han sufrido con mayor encono e injusticia los ataques de la derecha política, mediática y religiosa, especialmente personificados en María Teresa y Bibiana, quienes finalmente han sido relevadas.
Y mientras tanto, el Sr. Rajoy a lo suyo, a su particular raca-raca. Que si los músicos, que si el director, que... que le han pillado en mal momento, vamos. Demasiadas malas noticias en tan poco tiempo: los presupuestos aprobados (con paliza moral incluida a cargo de la ministra), el gobierno canario al garete y ahora esto. Si ya se lo están diciendo aquellos que le quieren: "Mariano, échate a dormir y no despiertes hasta 2012".
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