Dos breves poemas inéditos para acompasar el ritmo interno al de los relojes almanseños que, hoy, se preparan para regresar al tic tac cotidiano.
ALUVIÓN
En los inconsistentes materiales de tu piel
-epidermis de anárquico sonrojo,
poros adulados por la brisa del norte-
me he dejado la mitad de lo vivido y todo lo deseado.
Por eso, cuando llorabas en aquellas madrugadas rotas,
vida y deseo se deshacían en el aluvión
arrastrado hasta el abismo de tu boca.
ATLAS
Es en la oscuridad
-hechura de la imaginación-
donde tu relieve regresa a su forma turbadora.
Entonces, cuando lo negro es espacio,
mis manos se hacen instrumentos de luz
para reconocer la orografía del deseo.
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