Finalmente, todo se ha reducido a una cuestión de ponerle precio al asunto. En aplicación estricta de la máxima "todo se compra y se vende", los independientes de Almansa han terminado vendiéndose al PP. Y hemos de reconocer que han logrado una gran rentabilidad a su reducida representación (aunque no es menos cierto que al comprador, al Sr. Núñez, poco le importa pagar lo que haga falta). No hace tanto tiempo, más o menos seis meses, oíamos decir al Sr. López, al constatar la evidencia, que "hay una parte del pueblo que entonces nos quería y ahora ya no nos quiere" y, a renglón seguido, al Sr. Blanco añadir que "el motivo de que no hayamos cogido delegaciones obedece a unas consultas de nuestro partido muy meditadas", apelando a sus malos resultados electorales. Pero tras estos meses se han cansado de disimular y han terminado destapándose, como era previsible. PP e Independientes vuelven a ser un único cuerpo y alma, vuelven a ser lo que han sido siempre: lo mismo.
El Sr. Blanco y la Sra. Tomás retoman, a partir de hoy, las delegaciones que ostentaron en la anterior legislatura: medio ambiente y servicios sociales. Ya no valen de nada las palabras y las promesas hechas hace unos meses. La dignidad y la meditación con la que por entonces se exhibían públicamente parece haberse diluido. ¿Por qué? El precio puesto por los independientes a sus votos afirmativos en la investidura del Sr. Núñez ya fue generoso: los números cuatro, cinco y seis de su lista electoral, sin ser elegidos por la ciudadanía, fueron bien colocados y remunerados en distintas áreas municipales. Buen rédito. Pero no es menos malo el obtenido ahora: las dos delegaciones mencionadas (ya veremos si terminan viniendo acompañadas por algún incremento en las liberaciones de los Independientes, escandalosa cuestión, en absoluto descartable, que haría al Grupo Independiente, precisamente en el momento en el que más austeridad necesitamos, el más y mejor pagado de toda la historia democrática almanseña). Y esto, ¿a cambio de qué? Y la respuesta la encontramos en el cambio radical del criterio sobre lo siguiente:
- "Implantaremos sin demora, la gestión del agua con empresa mixta, y mejoraremos todas las infraestructuras de saneamiento".
Esta frase la encontramos en la página 26 del programa electoral del Partido Independiente. Hoy, carece del más mínimo valor. A cambio de los nombramientos, los independientes van a votar a favor de la privatización total del agua en Almansa. Es decir, mintieron descaradamente a sus votantes y, por extensión, a todos los ciudadanos. Gracias a su nefasta gestión económica, PP e Independientes van a dejar en herencia a Almansa una grave hipoteca que a medio y largo plazo empobrecerá aún más a nuestro Ayuntamiento y tendrá consecuencias inmediatas y muy negativas en los bolsillos de los almanseños. La imagen del Sr. Blanco alzando la voz para clamar "Si se privatiza el agua, dimito", hoy es sólo el recuerdo de una falsedad. No sé si serán una, diez o cien mil las razones con las que los independientes tratarán de embaucar a la opinión pública para justificar su engaño, pero ya no cuela. Todo esto suena mal, huele mal y se digiere mal.
Paralelamente, poner en manos del Sr. Blanco y de la Sra. Tomás sus concejalías significa quitárselas a otras manos, esto es, las del Sr. Gil y las de la Sra. Bernal, que quedan casi como adornos en el equipo de gobierno. El primero, dedicado sólo a los deportes y la segunda a no sabemos exactamente qué (esperemos que se nos ilumine en el Pleno de esta tarde en el que se va a perpetrar todo lo comentado hasta el momento). Ambos deben estar contentísimos de la imagen de inoperancia que su propio alcalde les ha fabricado.
Y para rematar la jugada, aún no sabemos, oficialmente, nada sobre el posicionamiento de los Independientes acerca de la privatización del Hospital. Parece como si les diese miedo y vergüenza decir claramente lo que, de manera más o menos velada, han ido soltando en algunos medios de comunicación: que están completamente de acuerdo con la decisión de la Sra. Cospedal y no les importa nada que los almanseños perdamos derechos tan trabajosamente obtenidos. Y es que, además de ser parte del precio, en el fondo (y en la forma) es imposible distinguir a unos de los otros, lo que nos induce a concluir que los independientes lo mejor que podrían hacer sería disolverse e integrarse con naturalidad en el PP ya que los independientes, también, traicionan a Almansa.
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