El segundo punto del orden del día relevante y que, teóricamente, justificaba la urgencia de la sesión, era la necesidad de aprobación por parte del Pleno de la solicitud de créditos a corto plazo (las famosas pólizas de crédito o de tesorería), por un importe de 6.000.000 de euros. No me he equivocado, no, seis millones de euros, mil millones de pesetas. La cuestión contiene diversos puntos para su análisis y merece la pena que lo hagamos con cierta tranquilidad (aunque el tema intranquilice).
Lo primero -quizá anecdótico, pero muy revelador- es que el Sr. Núñez (recuérdese que, por el momento, es el responsable máximo de la economía municipal), llegó a la Comisión de Hacienda sin saber que, dada la gran cuantía de los mismos, necesitaba la aprobación del Pleno para concertar estos créditos al superar el 15 % de los ingresos corrientes. Ello provocó dos cosas: la urgencia de la sesión de ayer y la risa floja del Sr. Núñez cuando le recordamos esta circunstancia en el Salón de Plenos.
Lo segundo, y entrando en el terreno de la seriedad, nos remite al post de El extraño caso de la deuda menguante en el que se examinaba, entre otras cosas, la deuda a corto plazo. Entonces exponíamos el hecho de que, en este año 2011, el Ayuntamiento deberá desembolsar en este apartado, la deuda a corto plazo, 9.800.000 euros (4.800.000 de préstamos pedidos en 2010 y 5.000.000 de euros que tenían previstos pedir en 2011). Pero ya no es así, la cosa ha empeorado. Porque, como decíamos al principio, la intención de populares e independientes no es pedir 5, sino 6 millones de euros (sin que sea descartable llegar hasta el máximo legal, casi siete). El presupuesto, al menos en la intencionalidad, ya conoce su primera gran desviación, su primer fracaso.
Y en tercer lugar, hemos de plantearnos la gran pregunta: ¿quién va a pagar esto? Porque cuando el equipo de gobierno consiga reunir los 6 millones que pretende (objetivo que los bancos, a día de hoy, cada vez ponen más difícil y, en cualquier caso, lo harán a un interés cada vez mayor), se verá en la obligación legal de tener la deuda liquidada el 31 de diciembre. La teoría dice que el dinero para hacer frente a estos pagos procederá, básicamente, de la recaudación impositiva. Pero esa teoría hace años que no funciona y las pólizas de tesorería terminan pagándose, como ocurrirá ahora, con la renovación de las mismas. Pero, desgraciadamente, esto va a ser imposible de realizar antes del 31 de diciembre. Por lo tanto, ¿de dónde saldrá el dinero? ¿Más endeudamiento a largo plazo, subida de impuestos, más venta de patrimonio? Yo, hoy, no conozco la respuesta. Y me temo que los Sres. Núñez o López, últimos responsables al fin y al cabo, tampoco. Envenenada herencia van a dejar.
Lo primero -quizá anecdótico, pero muy revelador- es que el Sr. Núñez (recuérdese que, por el momento, es el responsable máximo de la economía municipal), llegó a la Comisión de Hacienda sin saber que, dada la gran cuantía de los mismos, necesitaba la aprobación del Pleno para concertar estos créditos al superar el 15 % de los ingresos corrientes. Ello provocó dos cosas: la urgencia de la sesión de ayer y la risa floja del Sr. Núñez cuando le recordamos esta circunstancia en el Salón de Plenos.
Lo segundo, y entrando en el terreno de la seriedad, nos remite al post de El extraño caso de la deuda menguante en el que se examinaba, entre otras cosas, la deuda a corto plazo. Entonces exponíamos el hecho de que, en este año 2011, el Ayuntamiento deberá desembolsar en este apartado, la deuda a corto plazo, 9.800.000 euros (4.800.000 de préstamos pedidos en 2010 y 5.000.000 de euros que tenían previstos pedir en 2011). Pero ya no es así, la cosa ha empeorado. Porque, como decíamos al principio, la intención de populares e independientes no es pedir 5, sino 6 millones de euros (sin que sea descartable llegar hasta el máximo legal, casi siete). El presupuesto, al menos en la intencionalidad, ya conoce su primera gran desviación, su primer fracaso.
Y en tercer lugar, hemos de plantearnos la gran pregunta: ¿quién va a pagar esto? Porque cuando el equipo de gobierno consiga reunir los 6 millones que pretende (objetivo que los bancos, a día de hoy, cada vez ponen más difícil y, en cualquier caso, lo harán a un interés cada vez mayor), se verá en la obligación legal de tener la deuda liquidada el 31 de diciembre. La teoría dice que el dinero para hacer frente a estos pagos procederá, básicamente, de la recaudación impositiva. Pero esa teoría hace años que no funciona y las pólizas de tesorería terminan pagándose, como ocurrirá ahora, con la renovación de las mismas. Pero, desgraciadamente, esto va a ser imposible de realizar antes del 31 de diciembre. Por lo tanto, ¿de dónde saldrá el dinero? ¿Más endeudamiento a largo plazo, subida de impuestos, más venta de patrimonio? Yo, hoy, no conozco la respuesta. Y me temo que los Sres. Núñez o López, últimos responsables al fin y al cabo, tampoco. Envenenada herencia van a dejar.
1 comentarios:
¿Qué quién lo va a pagar? Los de siempre, los impuestos que pagamos los de abajo y que no tenemos forma de escaparnos, porque yo no sé que hacen los políticos que nunca tienen nada, ni propiedades ni ganan dinero, parece que vivan del aire, nadie les pide responsabilidades. Mientras los que apenas podemos sacar el cuello nos quitarán servicios municipales, nos subirán los impuestos, nos coserán la boca para que encima no hablemos, aumentará el paro; porque además a ver qué empresa va a venir cuando la abrasarán a impuestos. A veces me parece mentira vivir en el siglo XXI y que hablemos de democracia y libertades, sólo tienen la libertad de hacer lo que les da la gana los que están gobernando. Los plenos me parecen patéticos, tienen menos emoción que jugar al solitario. Da igual el tema que se trate todos sabemos cuál es el resultado: gana la banca. Eso sí, después de aprender un amplio repertorio de insultos, malos modales, y amenazas a los ciudadanos, así como si nosotros pudiéramos hacer algo (aparte de pagar lo que malgastan). En cuanto a comparar el ayuntamiento con una economía casera, parece que el Sr Alcalde nunca ha tenido en su casa situaciones de escasez, porque en mi casa, desde que yo estoy en el paro, lo primero que se ha acabado han sido las fiestas y los viajes, y aquí el equipo de gobierno no hace otra cosa que ir de pueblo en pueblo a vender la batalla de Almansa, además creo que van a venir de muchos países disfrazados de soldados para hacer la recreación, que imagino que costará un dineral, y yo planteo: ¿Con todos los parados que estamos en Almansa no sería mejor y más barato que nos disfrazaran y nos pagarán a nosotros? Seríamos un gran ejercito por lo menos muy numeroso, sería bastante más económico (no nos tendrían que pagar ni desplazamientos, ni alojamiento, ni comida, al contrarío con lo que ganásemos traeríamos comida para toda la familia) eso sí que repercutiría en la economía Almanseña.
La necesidad de trabajo hace pensar mucho.
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