Juan es buena persona. Es más, es una magnífica persona y, además, un estupendo amigo. Galiana, artista luchador y profundo creyente en la creación artística, ha vuelto tras un paréntesis que, a muchos, se nos ha hecho excesivamente largo.
Simetrías es el nombre de la exposición que acaba de cerrar, exitosamente, en Ayora. Una colección de acuarelas trabajadas con una minuciosa y original técnica que, desde la abstracción que Juan maneja con maestría, se convierten en una narración vital de su propio tiempo, de su combate contra la adversidad que el destino le tenía reservada pero él ha sabido corregir. Sobreponiéndose a sí mismo y a las circunstancias, en un ejercicio que alabaría hasta el mismo Ortega, ha logrado recomponer su presente para volver a regalarnos su visión onírica de una realidad maltrecha en la que el verde esperanzador lucha incansablemente contra el sombrío negro que todo lo llenaba. Glauca esperanza que, acompañada por la rojiza pasión, termina abriéndose paso hacia los nuevos e ilusionantes caminos que ya se anuncian en la prolífica producción artística de Juan.
Su futuro más inmediato está pleno de proyectos, de nuevas colecciones y exposiciones repartidas por toda España. El regreso de Galiana es una noticia magnífica, en lo personal y en lo artístico, que he de celebrar desde aquí con todo mi entusiasmo.
1 comentarios:
Indudablemente, Juan ha cambiado...no es aquel Galiana que conocí en su obra obscura, de interminables insomnios y jaquecas. Era una obra donde podía mirar las estrellas en la noche negra (difícil, verdad?).
Juan usa el blanco como fondo, abierto a la luz del día, al sol. Colores claros y esperanzados.
Juan es un luchador callado, parco en palabras, jugador de formas y tonalidades. También, es la paciencia y el aguante.
Entiendo que cierra una etapa, abre otra..
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