Probablemente será porque soy un descreído -más, incluso, que Tomás, el Santo-, pero lo ocurrido al finalizar el Pleno del pasado viernes, si no lo veo, no lo creo. Acostumbrados como estamos a que el alcalde de Almansa, el Sr. López, nos insulte cada vez que abre la boca; asumida ya como una rutina su prepotencia en el trato; cansados de escuchar en sus palabras todo tipo de desprecios hacia los que no pensamos como él... a pesar de todo esto y de los múltiples episodios vividos en esta legislatura enmarcables en los contextos descritos, nunca pensé que un alcalde, ejerciendo como tal en el lugar más importante del Ayuntamiento, fuera capaz de tratar a una ciudadana como el Sr. López lo hizo el pasado viernes. Los malos modos, los gritos y la burla escenificada por el Sr. López me enrojecen como representante público y soy incapaz de entender que, ante el ruego de una almanseña para que los Plenos se celebren por la tarde para facilitar la presencia de público en ellos (reivindicación histórica, por otro lado, del Grupo Municipal Socialista), la respuesta sea una actitud airada, fuera de lugar e insultante. ¿De verdad que a algunos ciudadanos les gusta esto? Vista la magnitud de las reacciones que gasta el Sr. López, ¿qué haría si a él le montaran alguno de aquellos plenos del final de la legislatura pasada en los que grupos de ciudadanos (a los que el mismo Sr. López aplaudía y jaleaba) llenaban el Salón de Plenos de gritos e insultos contra el anterior alcalde? ¿Los mandaría detener? ¿Los enviaría al exilio? ¿Se enzarzaría en una pelea cuerpo a cuerpo? Cualquiera sabe.
Este lamentable espectáculo dado por el Sr. López vino precedido por una nueva entrega de palabras despreciativas hacia la concejala de IU (a la que todo el equipo de gobierno perdió el respeto hace mucho tiempo). Sin duda, muchos ya lo habrán hecho, pero para aquellos que no se hayan detenido a meditarlo, invito a los almanseños a reflexionar sobre lo sucedido en esta legislatura con el Partido Independiente y su líder, el Sr. López. Avalado por sólo 2380 votos, poco más del 17 % de los votantes (es decir, más del 80 % de los almanseños no están de su lado), ha convertido Almansa en su feudo, ha hecho desaparecer de la escena a sus socios del PP y ha logrado agarrarse al sillón de la alcaldía sin aportar nada para, al mismo tiempo, llevar nuestra ciudad a su peor estado social y económico desde la reinstauración democrática. Una situación que nos debe hacer reflexionar sobre cómo lo zafio y lo grosero se han convertido en la seña de identidad con la que es presentado nuestro Ayuntamiento. Porque, a pesar de lo que él proclama, su actitud no es, desde luego, la actitud de la gente normal, de la gente del pueblo (que es mucho más respetuosa y mucho menos dominante).
En cuanto al contenido del Pleno, en el mismo se hizo mención a la condena al Ayuntamiento en el juicio de la lesividad, tema del que hemos hablado largamente y, como era de esperar, los condenados, los que no llevan razón, sacaron a pasear la demagogia intentando justificar lo injustificable. Afortunadamente para Almansa, este capítulo se ha cerrado de la mejor manera posible para los intereses generales y con la vergüenza para independientes y populares por embarcarnos en una costosa e innecesaria aventura (aunque con dinero ajeno, aunque sea público, es fácil tomar las decisiones que ellos tomaron).
Destacable, también, fue la aprobación de la tercera "remesa" de préstamos a corto plazo, de pólizas de crédito, que eleva a 5.700.000 euros (950 millones de pesetas) el dinero pedido a los bancos en lo que va de año. Nuestra opinión en esta cuestión ya es conocida:
- Esta enorme cantidad supone un peligroso y pesado lastre para el futuro más inmediato, al obligar al próximo gobierno municipal a continuar solicitando, al menos, una cantidad igual y, en último término, lo que hace es financiar el despilfarro del que los independientes y populares hacen gala.
- Supone un claro fracaso del presupuesto aprobado hace pocos meses, pues en éste se preveía pedir "sólo" 5 millones y ya se ha pedido casi un 15 % más.
Aún nos quedan dos meses para poder modificar la pérdida de rumbo de nuestro Ayuntamiento. Dando la vuelta al aforismo con el que iniciaba esta entrada, yo creo en la próxima victoria del Partido Socialista para poder ver el renacer de Almansa.
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