El viernes comenzó el III Certamen Nacional de Teatro Aficionado "Ciudad de Almansa". Los amigos y amigas de Alma Teatro, a pesar de las circunstancias, continúan empeñados en hacernos cómplices de su amor a la escena. Y yo, personalmente, se lo agradezco. Por ello, porque a cambio de su enorme esfuerzo bien vale hacer uno pequeño por mi parte, intentaré recuperar el ritmo adormecido de esta geografía que se ha diluido en los últimos meses.
"No dejemos que la crisis nos impida seguir haciendo cultura", dijo Alberto López en sus palabras de inauguración. Y lo hacía dirigiéndose a un patio de butacas algo desangelado. Tiene toda la razón. Claro que el orden de prioridades se altera en contextos tan complicados como los que vivimos, pero iniciativas como ésta, humilde en su presupuesto pero inmensamente digna y atractiva (así lo prueba el constante aumento de compañías de toda España que desea participar), ha de tener un lugar en nuestra programación cultural y una respuesta más entusiasta por parte de nuestro público. Creo que la excusa económica tiene poco peso en este caso, pues las entradas tienen precios casi simbólicos y, tanto el viernes como el sábado, tras la finalización de las obras, me encontré todas las terrazas de los bares existentes en las cercanías del Teatro Regio (y son unas cuantas) totalmente abarrotadas...
La compañía Siete Comediantes, de Callosa de Segura, fue la encargada de representar la primera obra: "Cena para dos", de Santiago Moncada. Esther Gutiérrez, Inma Hernández y Diego Coronado componen un reparto creíble (aunque, quizá, pueda criticarse que el papel de una viuda desconsolada desde hace 15 años esté representado por alguien que, desde luego, no aparenta la edad que se le supone), con papeles bien ejecutados y añadiendo ese punto de sobreactuación que exige este tipo de obra para indicar al espectador el momento en que se produce la situación cómica. Porque risas se escucharon. Pero he de confesar que no es éste el tipo de teatro que más aprecio. El argumento es previsible, el final se adivina con facilidad y el recurso a los tópicos es, a veces, exagerado. Pero todo esto es un problema de Moncada, no de Siete Comediantes. Aplaudo la actuación, pero no comparto la elección de la obra. Y la escenografía... A las compañías aficionadas se les supone una limitación de medios que, evidentemente, todos asumimos, pero creo que no han acertado intentando llenar el espacio con la colocación de un gran panel con la fotografía de un salón (con un mobiliario de líneas modernas que, además, contrastaba con los pocos muebles "reales" en escena).
En definitiva, ha comenzado, afortunadamente, el tercer TEA. Desde aquí hago un llamamiento para que el próximo fin de semana las butacas estén mucho más ocupadas. Les aseguro que merecerá la pena.
Página web de Siete Comediantes
Página web de Siete Comediantes
Fotografías de Pascual Sánchez
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