3 de junio de 2012

Pleno del Ayuntamiento. 28/05/12 (I). Liquidación del desastroso presupuesto de 2011


Mayo ha terminado con malas, muy malas noticias (aunque, la verdad, es que hace bastante tiempo que el gobierno municipal del PPIA no nos da una sola buena nueva). Y, cómo no, las novedades negativas llegan de la mano de la situación económica del Ayuntamiento. La liquidación del presupuesto del año 2011 es, cuando menos, desastrosa, probablemente la peor de toda nuestra historia. Éstos son los números:
  • Resultado presupuestario ajustado: -1.924.242,33 €
  • Remanente general de tesorería para gastos generales: -3.429.709,52 €
  • Déficit municipal: 8,44 %
Veamos, pues esto de las cuentas suele ser árido. Para llegar a los casi 2 millones de euros negativos del resultado presupuestario ajustado partimos de un resultado presupuestario (sin ajustar) de -2.668.617,38 €, que es la diferencia entre los derechos (21.180.198,69 €) y las obligaciones reconocidas (23.848.816,07 €), lo que viene a traducirse en ingresos (derechos) y gastos (obligaciones). Y aunque los componentes de ambos conceptos son múltiples, la cuenta rápida nos ofrece el resultado habitual: el despilfarro y el descontrol del PPIA gastando lo que no se tiene. A esos dos millones y medio largos se le aplican las desviaciones negativas y positivas (ingresos y gastos reconocidos y que financian o son financiados con dinero de otros presupuestos y que, en nuestro caso, dan un saldo positivo de 744.375,15 €). ¿Árido? Lo entiendo, un rollo que nos termina dejando en el dato del que partíamos, casi 2 millones de euros gastados de más sobre el presupuesto aprobado. Un desastre.

Pero peor aún es lo que nos ofrece el remanente de tesorería, el indicador más relevante de la liquidación pues pone de manifiesto la situación económica y financiera del Ayuntamiento mostrándonos si existe recurso para financiar el gasto si el saldo es positivo, o déficit a financiar, como es nuestro desgraciado y abultado caso: casi 3 millones y medio de euros. Baste decir que el ejercicio del año 2010 arrojó un remanente de tesorería de "sólo" -635.126,87 €, con lo que es fácil deducir que  hemos quintuplicado (con creces) los malos resultados de hace dos años. ¿Son en el PPIA cinco veces peores? Más, bastante más. Entre 2010 y 2011 se ha rebajado en un millón de euros la liquidez y aunque los derechos (ingresos) de 2011 son millón y medio superiores a los del año anterior, las obligaciones (gastos) también han crecido... pero más de tres millones. En el PPIA a esto le llaman austeridad; el Sr. Núñez, el Sr. Bueno y el Sr. López se enorgullecen de este "control del gasto".

¿Y cual es la consecuencia de todo ello? Un déficit descomunal del 8,44 %. ¿Parece poco? Pues al gobierno de España le parece mucho, muchísimo, pues el máximo que permite es del 4,39 %. Por lo tanto, casi lo duplicamos. ¿Se quedará ahí la cosa? Mucho nos tememos que no. Ante un déficit reconocido tan enorme, las posibilidades de que el Ministerio de Hacienda nos llame a capítulo y nos obligue a presentar, en los próximos tres meses, un nuevo plan de ajuste económico-financiero son altas, altísimas. Sería el cuarto de la era PPIA, aunque sabiendo que los tres anteriores se los han pasado por... Acabamos de vivir la aprobación de un plan de ajuste (obligados para acceder al crédito I.C.O. para pago a proveedores que ha aumentado nuestra deuda en 3,5 millones) que ha supuesto la subida de impuestos y tasas, despidos de trabajadores, cierre de la emisora municipal, recortes en múltiples servicios... Llamémosle como queramos, económico-financiero o de ajuste, pero nos espera una segunda edición de un plan con similares consecuencias al nombrado y que deberá abordar la reducción del déficit en más de un millón de euros (y en un máximo de tres años).

Son cinco los años que el PPIA lleva desgobernando esta ciudad. Ellos niegan el despilfarro y el descontrol, pero los números y las matemáticas les desmienten. Ellos suben los impuestos y lo califican como préstamo ciudadano, pero aún estamos a la espera de que se devuelva un solo céntimo o nuestros impuestos reviertan en beneficio a la ciudadanía. Ellos miran a otro lado y echan las culpas a los demás, pero no es de buen político y sí de pésimo gestor no asumir ninguna responsabilidad. No tienen intención de rectificar, sólo de ir vendiendo nuestro patrimonio poco a poco. Pero a algunos poco les importa el futuro de Almansa, pues llevan ya mucho tiempo metidos en una carrera que les ha de llevar muy lejos de nuestra ciudad y de nuestros intereses, ¿verdad, Sr. Núñez?

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